miércoles, 4 de agosto de 2010

Entrevista a Ariel Nuñez Di Croce para CulturAr

ENTREVISTAS Y CHARLAS // EL COMPROMISO DE UNA NUEVA GENERACIÓN
Por: Laura Ventura - 11/10/2010 


El actor Ariel Nuñez Di Croce charló con CulturAR sobre su experiencia en  
Los errores de Noé, una pieza que impacta al espectador por el ambiente opresivo que evoca y por el sorpresivo final.


Ariel Nuñez Di Croce participó de varios cortos y largometrajes.


Ariel Nuñez Di Croce participó como actor de múltiples cortos y largometrajes: Plan B, la opera prima de Marco Berger, que entre otros premios obtuvo el de Mejor Película (Toronto Queer), Mencion al Guion (Festival de Bilbao), Mejor Película Extranjera (Festival de San Diego), Premio del Público (Festival de Melbourne), Premio del Público (Diversa Buenos Aires). Con Berger, este joven actor también trabajó en El reloj, con el compitió en  Cannes, Sundance, Huesca, Río de Janeiro y más de 100 festivales. Plan B se proyecta en el MALBA los domingos, a las 18.30.

Además, Ariel le da vida a un texto complejo recubierto de violencia, Los errores de Noé (Ver nota relacionada), que se presenta los sábados, a las 21.30 en El laberinto del Cíclope (México 1718).

¿Cómo fue el proceso de la gestación del texto de Los errores de Noé, basado en un texto de Bayer?
La obra comenzó desde la improvisación. Se conocía el tema sobre el cual improvisar (El Plan, de Osvaldo Bayer) y cierto marco de tiempo y espacio, pero no qué forma tomaría o hacia donde quería dirigirse el trabajo. Luego de un largo proceso de un año y meses, fue tomando cierta forma peculiar, lo que inspiró, también, a la escritura del guión de Los errores... La obra se estrenó en el 2009 con otros dos actores y Fernando García Valle, el único presente en la temporada 2010. Irene Bazzano y yo, nos incorporamos en la segunda temporada, como reemplazantes, luego del alejamiento de los actores iniciales del proyecto.

En el texto de Bayer se plantea la negativa de Cortázar de regresar al país. ¿Juzgás a los personajes que interpretás? Y en ese caso, ¿juzgás a Cortázar?
Personalmente, no juzgo a mis personajes. Eso es un trabajo del espectador. Nuestro trabajo es contar historias para que los otros hagan su propio juicio. Es más, creo que lo más enriquecedor para un actor, es poder interpretar personajes los más alejado posible a uno mismo. Algo que nosotros nunca seríamos o algo que jamas haríamos. Cada personaje que encaro busco que me ponga en riesgo como actor. Desafiarme constantemente e ir más allá. Poder interpretar a un Videla, un Gandhi o un Ray Charles nos da la posibilidad de acercarnos y comprender, aunque sea un poco más, la naturaleza humana y sus porqués. Poder vivir otras vidas.
Hoy sabemos que Cortázar se negó a volver porque estaba profundamente enamorado. Yo creo que si pudiera interpretar a Cortázar, habiendo estudiado lo suficiente sobre su personalidad y su vida, quizás, me hubiera acercado a entender el porqué de su decisión.

La pieza Los errores de Noé tiene un final original que no deja al espectador indiferente. ¿Cuál fue la decisión de incorporar este final? ¿Qué busca transmitir?La decisión, textualmente de palabras del director Yoska Lázaro, fue "la posibilidad de modificar al espectador y transformar su estado pasivo en uno activo". Creo que el final fue un gran hallazgo. Estamos tan seguros de su efecto en el espectador que por eso nos animamos a promocionar el espectáculo como "La obra que si te vas sin emocionarte, te devuelven el dinero de tu entrada". No hablamos de llanto. La gente suele asociarlo mal: es todo lo que involucre una emoción. Es imposible que alguien se vaya indiferente.

¿Cómo quedás anímicamente luego de la función? ¿cómo o cuánto tiempo demorás en salir de aquel clima de opresión, miedo y violencia atroz?
Mi personaje comienza siendo un tipo y, hacia el final, se convierte en otro. Tiene un arco muy marcado. Muy lindo. Yo tengo un compromiso muy grande con mi trabajo y busco siempre ser muy preciso y contar con la cuota justa de verosimilitud, por eso el final requiere de mí un esfuerzo físico y emocional terrible, lo que me deja agotado. Con el tiempo voy asimilándolo mucho mejor. Un momento clave es cuando puedo llegar a mi casa, poner música y ducharme. Ahí realmente puedo "sacarme todo" y volver un poco más a mí. Volver a cero.

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